post image

M, EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF


M

Alemania, 1931. 111 min. B/N

Dirección: FRITZ LANGGuión: Fritz Lang, Thea von HarbouMúsica: Edvard Grieg. Fotografía: Fritz Arno Wagner. Intérpretes: Peter Lorre, Otto Wernicke, Gustav Gründgens, Theo Lingen, Theodor Loos, Georg John, Ellen Widman, Inge Landgut.


«Muestro en mi cine la lucha de un individuo contra las circunstancias, el eterno problema de la Grecia antigua, del combate contra los dioses, del combate de Prometeo. En la actualidad, nosotros luchamos contra las leyes, contra los imperativos que no nos parecen ni justos ni buenos para nuestra época. Quizás serán necesarios de aquí treinta o cincuenta años, pero no lo son ahora»

Fritz Lang


Obra maestra del profético y subversivo Fritz Lang realizada en 1931, en pleno ascenso de Hitler al poder. Película primigenia del cine sonoro y germen remoto del subgénero psycho-killer. Pese a adscribirse temáticamente al cine de terror, su forma y enfoque recogen influencias del expresionismo alemán y es precursora del cine negro americano (oscuridad, humo, policías, hampones, intriga), del que Lang fue un maestro (La Mujer del Cuadro, Perversidad, Los Sobornados, Deseos Humanos). Vista como un alegato antinazi por el régimen emergente, sólo fue censurada, sin embargo, en su título original, El Asesino está entre Nosotros, por razones obvias. «M» es la letra que le marcan en la espalda con tiza a Hans Becker (Peter Lorre), en alusión a Mörder, asesino en alemán (especie de antecedente de la estrella que pronto deberían llevar los judíos).

M, el Vampiro de Düsseldorf está inspirada en la historia real del asesino serial de Düsseldorf, el sádico Peter Kürten, un pedófilo que se dedicada a matar niñas y que fue perseguido durante mucho tiempo sin éxito tanto por la policía como por los ciudadanos, lo que provocó que la ciudad viviera bajo un clima de histeria continua. Kürten, quien confesó haber cometido setenta y nueve crímenes, ganó la fama de «vampiro» al afirmar en su juicio que había bebido la sangre de una de sus víctimas. Fue arrestado en 1930 y ejecutado en 1931 (mismo año de realización del filme). Sus últimas palabras, casi coincidentes con el estreno, fueron: «Dígame, cuando me hayan decapitado ¿podré oír siquiera un momento el ruido de mi propia sangre saliendo del cuello? [silencio] Sería el mayor placer para terminar todos mis placeres».



Lang, tras un inicio genial en el que muestra un asesinato de forma tan sencilla y sugerida como escalofriante, sólo con la imagen de una pelota abandonada y un globo enganchado en los cables eléctricos, se zambulle de pleno en la investigación criminal, haciendo una exposición pormenorizada de análisis y técnicas policiales, algo que resulta tremendamente moderno, incluso, en el cine actual. La parte final es el clímax de la película, con el juicio a Becker, quien es condenado a muerte sin posibilidad de defensa por un juzgado formado por delincuentes y malhechores. Ahí es donde el autor expone la motivación del trágico asesino, que en un desgarrador monólogo confiesa que es presa de un trastorno mental irrefrenable, a la vez que obliga a sus captores a buscar en su interior la semilla de la maldad y suplica ser entregado a la verdadera justicia.

Fiel a su corpus fílmico, el director contrapone psicología individual y justicia (injusticia) social, reflexiona sobre la responsabilidad y culpabilidad y enseña cómo la microsociedad (policía, crimen organizado, medios de comunicación, ciudadanía) reacciona ante un peligro desconocido que perturba la cotidianidad: miedo, paranoia, control y represión. M, como inducida por el estado de decadencia y asfixia de la Alemania del momento, hace una sutil crítica de la situación sociopolítica que se estaba gestando y parece decirnos que el culpable de la monstruosidad no es la mente enferma, que no puede reprimir su instinto asesino, sino la obtusa que la cobija y la hace crecer hasta que es demasiado tarde. El director de Metrópolis ya intuía lo que poco después iba a suceder en su país, cuando el partido nazi se convirtió en la primera fuerza política al obtener casi catorce millones de votos.



Fritz Lang, ayudado por todo un referente del cine expresionista alemán, el director de fotografía Fritz Arno Wagner (Nosferatu), subraya una atmósfera taciturna y patológicamente convincente en un entorno de pesadilla. El director crea el suspense a través de la imagen (planos opresivos, picados y contrapicados, juegos de luces y sombras), el sonido (pasos en la calle, silbidos, gritos, susurros) y el silencio dramático, recurso que aprovecha del cine mudo. Pese a lo insano y diabólico del relato, Lang insinúa pero no muestra. No necesita exhibir sangre ni crudeza para retratar la maldad humana. Vigorosa y con estilo, M, el Vampiro de Düsseldorf es un clásico atemporal que sigue horrorizando y estremeciendo casi noventa años después de su realización.

Mención aparte merece la sobrecogedora actuación del inquietante Peter Lorre como M (especialmente en el juicio final), posiblemente el mejor retrato de un psycho-killer de la historia del cine, cuya mirada oscila entre la perversión, el tormento y la cobardía. El actor venido del teatro, de origen judío, tuvo que huir de Alemania por miedo a los nazis poco después del estreno de la película. Fritz Lang lo hizo dos años más tarde, después de divorciarse de su esposa, Thea von Harbou, coescritora del guion y que, fatalidades del destino, acabaría uniéndose al partido de Hitler.



«¿Quién eres tú? ¿De qué me hablas? ¿Quiénes sois vosotros para juzgarme? Criminales, del primero al último. Pero yo, pobre de mí, ¿acaso puedo cambiar?
¿Acaso no tengo esta fatalidad dentro de mí? ¿Ese fuego, esa voz, ese suplicio?»

Hans Becker/Peter Lorre


post image

TOP 10 Películas ambientadas en Berlín


«Considero a Berlín como los testículos de Occidente, cuando quiero que Occidente grite aprieto a Berlín»

Nikita Jrushchov


 1. ALEMANIA, AÑO CERO (Germania, Anno Zero)
Roberto Rossellini , 1948


2. LA VIDA DE LOS OTROS (Das Leben der Anderen)
Florian Henckel von Donnersmarck, 2006


3. BERLÍN, SINFONÍA DE UNA CIUDAD (Berlin – Die Symphonie der Großstadt)
Walter Ruttman, 1927. Documental


4. YO, CRISTINA F. (Christiane F – Wir Kinder vom Bahnhof Zoo)
Uli Edel, 1981


5. EL CIELO SOBRE BERLÍN (Der Himmel über Berlin)
Wim Wenders, 1987


6. EL HUEVO DE LA SERPIENTE (Das Schlangenei)
Ingmar Bergman, 1977


7. LA POSESIÓN (Possession)
Andrzej Zulawski, 1981


8. BERLÍN OCCIDENTE (A Foreign Affair)
Billy Wilder, 1948


9. EL HUNDIMIENTO (Der Untergang)
Oliver Hirschbiegel, 2004


10. OH BOY
Jan Ole Gerster, 2012


Mención extra: BERLIN ALEXANDERPLATZ (TV)
Rainer Werner Fassbinder, 1980


Relacionado: TOP 15 Películas ambientadas en Sicilia

Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Roma

Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Los Ángeles

Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Egipto

post image

TOP 15 Películas ambientadas en Sicilia


«Italia sin Sicilia no grabaría ninguna imagen en el alma: aquí se encuentra la clave de todo»

Goethe


 1. LA TIERRA TIEMBLA (La Terra Trema)
Luchino Visconti, 1948


2. EL PODER DE LA MAFIA (Mafioso)
Alberto Lattuada, 1962


3. SALVATORE GIULIANO
Francesco Rosi, 1962


4. SEDUCIDA Y ABANDONADA (Sedotta e Abbandonata)
Pietro Germi, 1964


5. LA AVENTURA (L’avventura)
Michelangelo Antonioni, 1960


6. STROMBOLI, TIERRA DE DIOS (Stromboli, Terra di Dio)
Roberto Rossellini, 1950


7. EL GATOPARDO (Il Gattopardo)
Luchino Visconti, 1963


8. EL DÍA DE LA LECHUZA (Il Giorno della Civetta)
Damiano Damiani, 1968


9. DIVORCIO A LA ITALIANA (Divorzio all’Italiana)
Pietro Germi, 1961


10. LOS CIEN PASOS (I Cento Passi)
Marco Tullio Giordana, 2000


11. CINEMA PARADISO (Nuovo Cinema Paradiso)
Giuseppe Tornatore, 1988


12. ¡SICILIA! (Sicilia!)
Danièle Huillet & Jean-Marie Straub, 1999


13. EL CARTERO (Y PABLO NERUDA) (Il Postino)
Michael Radford, 1994


14. CONFESIONES DE UN COMISARIO (Confessione di un Commissario di Polizia al Procuratore della Repubblica)
Damiano Damiani, 1971


15. EN NOMBRE DE LA LEY (In Nome della Legge)
Pietro Germi, 1949


Mención extra: COMISARIO MONTALBANO (Il Commissario Montalbano)
Alberto Sironi, 1999. Serie de TV


Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Berlín

Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Roma

Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Los Ángeles

Relacionado: TOP 10 Películas ambientadas en Egipto

post image

SEÑORES DEL ACERO, LOS


Flesh+Blood

Estados Unidos, Holanda, España, 1985. 126 min. C

Dirección: PAUL VERHOEVEN. Guion: Paul Verhoeven (Historia: Gerard Soeteman). Música: Basil Poledouris. Fotografía: Jan de Bont. Intérpretes: Rutger Hauer, Jennifer Jason Leigh, Tom Burlinson, Jack Thompson, Fernando Hillbeck, Susan Tyrrell, Ronald Lacey, Brion James, John Dennis Johnston, Simón Andreu, Bruno Kirby, Kitty Courbois, Marina Saura, Hans Veerman, Jake Wood, Héctor Alterio, Blanca Marsillach.


«Me fascinó. En él se sugiere que la violencia, los tormentos, los sufrimientos y la desintegración del pasado son un compendio y al mismo tiempo un consuelo paralelo a nuestro turbulento presente. Es como mirarse en el espejo de un antiguo paisaje y ver tu propio rostro»

Paul Verhoeven, sobre el libro «Un Espejo Lejano», de Barbara W. Tuchman


La película nº 7 del holandés Paul Verhoeven es su primera coproducción norteamericano-europea, realizada antes de abandonar definitivamente la total libertad creativa de la que gozaba en su país en pos del encorsetamiento y merchandising de Hollywood. Rodada en un lustro donde proliferaban películas adscritas a la temática de espada y brujería (Excalibur, Conan, Lady Halcón), Los Señores del Acero es un puro condensado de las obsesiones truculentas y cínicas del director, para quien el hombre es un ser desdichado y malo por naturaleza y la violencia, el sexo y la codicia son los ejes que rigen el universo.



Pese a ser un relato de ficción, la trama estaba parcialmente inspirada, según Verhoeven, en el personaje de Jan van Leiden, un revolucionario anabaptista que en 1534 protagonizó un hecho histórico conocido como el cerco de Münster, una ciudad alemana que conquistó y gobernó durante dos años autoproclamándose rey de «La nueva Jerusalén» hasta que los ejércitos católicos retomaron el control, apresándolo y ejecutándolo públicamente. La película está ambientada en un lugar indeterminado de Europa Occidental en el año 1501, entre la convulsa Edad Media y el Renacimiento. Un ejército de mercenarios pone bajo asedio una ciudad amurallada para devolvérsela a su antiguo gobernante, el noble Arnolfini (Fernando Hillbeck), quien a cambio les ha autorizado a saquearla durante veinticuatro horas.

La banda está liderada por el diestro en la guerra y muy religioso Martin (Rutger Hauer), un hombre turbulento y tan contradictorio como el Gerard Reeve de El Cuarto Hombre. Le acompaña una serie de variopintos personajes, entre ellos un niño tamborilero, un cura amoral y varias prostitutas. Lograda la conquista, Arnolfini los traiciona y, como represalia, Martin secuestra y convierte en su amante a la princesa Agnes (Jennifer Jason Leigh, rechazadas las actrices Nastassja Kinski y Rebecca de Mornay), la prometida de su hijo Steven (Tom Burlinson). Agnes, como Christine en el anterior filme mencionado, es mitad víctima virginal, mitad ramera sin escrúpulos.



Tras la apariencia de típico cine de acción y de aventuras medievales, Los Señores del Acero esconde una mirada sombría y pesimista sobre la condición humana, tratando temas como la mezquindad, la superstición, el fanatismo religioso y el instinto de supervivencia. Verhoeven, con grandes dosis de incorrectismo político, vuelve a recrearse en lo perverso, la degeneración y el vicio, sin escatimar ningún tipo de violencia y de una forma realista: violaciones, epidemias, torturas, cuerpos en descomposición, batallas cruentas, sexo descarnado, humor escatológico.

La cinta posee el sello artístico de los ochenta, la adecuada atmósfera de cuento y es visualmente elegante, no obstante el tono sucio del relato. La iluminación y la puesta en escena retrotraen a Rembrandt y a Brueghel el Viejo, respectivamente. El propio Verhoeven confesó que estaba muy identificado con la pintura holandesa del siglo XVI y XVII, especialmente con El Bosco y su inefable El Jardín de la Delicias. La banda sonora, fabulosa, está compuesta por Basil Poledouris, que sabe capturar las esencias más bárbaras gracias a su poderoso estilo sinfónico. La película fue íntegramente rodada en España (Cáceres, Oviedo y el castillo de Belmonte), país que también participó en la dirección artística y el vestuario.



Titulada originalmente Flesh+Blood, Carne y Sangre, o su reflejo Sexo y Muerte (a los que podríamos añadir Religión), Los Señores del Acero viene en resumir el apotegma del cine de Verhoeven, en el que, como dicen, el hombre no hace el amor, folla, no mata, se ensaña.


post image

TOP 30 Cine jurídico


«Yo declaro que la justicia no es otra cosa que la conveniencia del más fuerte»

 (Platón)

1. ¿VENCEDORES O VENCIDOS? (EL JUICIO DE NÚREMBERG) (Judgment at Nuremberg)
Stanley Kramer (EEUU, 1961)

Derecho Natural (Ética) vs. Derecho Positivo (Estado). Crímenes de Guerra


2. DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (12 Angry Men)
Sidney Lumet (EEUU, 1957)

Motivaciones del Jurado. Duda razonable


3. ANATOMÍA DE UN ASESINATO (Anatomy of a Murder)
Otto Preminger (EEUU, 1959)

Proceso judicial penal. Abogacía, fiscalía y judicatura


4. TESTIGO DE CARGO (Witness for the Prosecution)
Billy Wilder (EEUU, 1957)

Proceso judicial. Medios de prueba. Testificales


5. EL HOMBRE QUE MATÓ A LIBERTY VALANCE (The Man who Shot Liberty Valance)
John Ford (EEUU, 1962)

Derecho Constitucional. Principio de Legalidad. Salvaje Oeste


6. LA PASIÓN DE JUANA DE ARCO (La Passion de Jeanne d’Arc)
Carl Th. Dreyer (FRA, 1928)

Proceso inquisitorial. Presunción de culpabilidad y arbitrariedad


7. MATAR A UN RUISEÑOR (To Kill a Mockingbird)
Robert Mulligan (EEUU, 1962)

Retrato del buen abogado. Proceso judicial. Prejuicios sociales


8. M, EL VAMPIRO DE DÜSSELDORF (M)
Fritz Lang (ALE, 1931)

Psicología individual vs. Justicia (injusticia) social. Criminología


9. SENDEROS DE GLORIA (Paths of Glory)
Stanley Kubrick (EEUU, 1957)

Consejo de Guerra. Abuso y jerarquización del poder militar. I Guerra Mundial


10. LA VIDA DE LOS OTROS (Das Leben der Anderen)
Florian Henckel von Donnersmarck (ALE, 2006)

Violación de derechos y libertades. Derecho a la intimidad. Berlín Este (años 80)


11. RASHOMON (Rashômon)
Akira Kurosawa (JAP, 1950)

Reflexión sobre la Verdad. Imparcialidad. Testificales


12. VEREDICTO FINAL (The Verdict)
Sidney Lumet (EEUU, 1982)

Proceso judicial. Abogados idealistas. Negligencia médica


13. SOY UN FUGITIVO (I am a Fugitive from a Chain Gang)
Mervyn LeRoy (EEUU, 1932)

Crítica al sistema penal. Prisiones (Chain Gang). Reinserción social. Norteamérica (años 20)


14. SECCIÓN ESPECIAL (Section Spéciale)
Costa-Gavras (FRA/ITA/RFA, 1975)

 Terrorismo de Estado. Independencia judicial y ley retroactiva. Francia ocupada


15. EL VERDUGO 
Luis G. Berlanga (ESP, 1963)

Pena de muerte. Óptica del ejecutor


16. LA HERENCIA DEL VIENTO (Inherit the Wind)
Stanley Kramer (EEUU, 1960)

Proceso judicial. Libertad religiosa y de pensamiento


17. LA HUELGA (Stachka)
Sergei M. Eisenstein (URSS, 1925)

Derecho Laboral. Acción obrera. Rusia zarista


18. DOCE HOMBRES SIN PIEDAD (TV)
Gustavo Pérez Puig (ESP, 1973)

Motivaciones del Jurado. Duda razonable


19. NO MATARÁS (Krótki Film o Zabijaniu)
Krzysztof Kieslowski (POL, 1988)

Filosofía del Derecho. Pena de muerte


20. FURIA (Fury)
Fritz Lang (EEUU, 1936)

Ineficacia del sistema judicial. Presunción de inocencia. Linchamiento


21. LA BATALLA DE ARGEL (La Battaglia di Algeri)
Gillo Pontecorvo (ITA/AGL, 1965)

Derecho Internacional Público. Régimen jurídico colonial. Frente de Liberación Nacional (años 50)


22. SACCO Y VANZETTI (Sacco e Vanzetti)
Giuliano Montaldo (ITA/FRA, 1971)

Instrumentalización del sistema judicial. Inmigración y anarquismo. Norteamérica (años 20)


23. EL PROCESO (The Trial)
Orson Welles (FRA/ITA/RFA, 1962)

Sistema judicial absurdo. Indefensión


24. DOS HOMBRES EN LA CIUDAD (Deux Hommes dans la Ville)
José Giovanni (FRA/ITA, 1973)

Pena de muerte. Reinserción social


25. GETT: EL DIVORCIO DE VIVIANE AMSALEM (Gett, the Trial of Viviane Amsalem)
Ronit Elkabetz & Shlomi Elkabetz (ISR/FRA/ALE, 2014)

Derecho de Familia. Divorcio judío. Tribunal Rabínico


26. MARTILLO PARA LAS BRUJAS (Kladivo na Carodejnice)
Otakar Vávra (CHE, 1970)

Juicios inquisitorios. Caza de brujas. S. XVII


27. FALSO CULPABLE (The Wrong Man)
Alfred Hitchcock (EEUU, 1956)

Ineficacia del sistema jurídico-policial. Inocente acusado


28. DANTON (ídem)
Andrzej Wajda (FRA/POL, 1982)

Juicio político. Etapa del Terror (Revolución Francesa)


29. KRAMER CONTRA KRAMER (Kramer vs. Kramer)
Robert Benton (EEUU, 1979)

Derecho de Familia. Divorcio y custodia. Partes procesales


30. PLÁCIDO
Luis G. Berlanga (ESP, 1961)

Letra de cambio. Embargo


Mención extra: PERDICIÓN (Double Indemnity)
Billy Wilder (EEUU, 1944)

Derecho del Seguro. Estafa


post image

COMULGANTES, LOS


Nattvardsgästerna

Suecia, 1963. 80 min. B/N

Dirección: INGMAR BERGMANGuión: Ingmar Bergman. Música: Evald Andersson. Fotografía: Sven Nykvist. Intérpretes: Gunnar Björnstrand, Ingrid Thulin, Max von Sydow, Gunnel Lindblom, Allan Edwall, Kölbjorn Knudsen, Olof Thunberg, Elsa Ebbesen, Tor Borong, Bertha Sannell.


«Por lo que a mí respecta, en ese momento obtuve el final de Los Comulgantes y la codificación de una regla que siempre había seguido y siempre habría de seguir: ‘Pase lo que pase, tienes que decir tu misa. Es importante para los feligreses, es más importante aún para ti. Si también es importante para Dios, ya lo veremos. Si no hubiera otro dios que tu esperanza, también sería importante para ese dios'»

Ingmar Bergman, recordando unas enseñanzas de su padre


Los Comulgantes (titulada Winter Light en su versión internacional), realizada tres años antes de Persona (1966), sitúa definitivamente a Ingmar Bergman en la línea de los cineastas-autores inalcanzables del siglo XX, llámense Carl Theodor Dreyer, Yasujirō Ozu o Andrei Tarkovsky. La película supuso una verdadera ruptura estética dentro de su obra, siendo la que más se aproxima al arte dreyeriano, tanto por su contenido religioso, que resulta más evidente, desesperado y trágico en el sueco que en el danés, más vitalista, como por la forma y estilo, privilegiando la austeridad extrema y los primeros planos de rostros dignos herederos de los de La Pasión de Juana de Arco como vehículos transmisores de las emociones.

Es precisamente esa búsqueda de sencillez y pureza en el lenguaje cinematográfico y ese querer llegar a la esencia de las cosas con la mayor concisión posible lo que emparenta al maestro Bergman con algunos de sus contemporáneos (el mismo Dreyer, Bresson, Rossellini). Una manera de hacer cine y de entenderlo, el de esta estirpe de directores, totalmente en desuso en la actualidad, donde las producciones, lejos de servir para despertar el alma, buscan el exceso y anteponen la pirotecnia. Otros (benditos) tiempos.



Los Comulgantes forma parte de la denominada Trilogía del Silencio de Dios de Bergman, completada por Como en un Espejo (1961) y El Silencio (1963). Estas tres películas fueron fruto de la crisis de fe que el director sufrió en 1960 y supusieron un giro en su filmografía, que a partir de entonces abandonó la idea de la religión como refugio o consuelo. Nattvardsgästerna se centra en el pastor protestante Thomas Ericsson (Gunnar Björnstrand, en su mejor interpretación), quien regenta las pequeñas parroquias de Mitsunda y Fröstnas en la fría campiña sueca. El reverendo es un ser atormentado y sumido en una profunda crisis espiritual debido a su creciente inseguridad sobre la existencia de Dios, que se muestra callado ante el sufrimiento que padece y la crueldad del mundo en el que vive (como Antonius Block en El Séptimo Sello). En palabras de Thomas: «Llevamos una vida normal, sencilla, y noticias espantosas alteran nuestra paz. Nos abruma el sentido de las cosas y Dios se hace distante. Me siento impotente».

La resquebrajada fe del pastor será puesta aún más a prueba por dos de sus comulgantes, cuya relación con ellos le servirá para descubrir que su problemática, además de religiosa, es personal. Por un lado, Märta Lundberg (la envejecida Ingrid Thulin, imponente como siempre), una maestra que está enamorada de él y que Thomas rechaza amparado en el recuerdo de su esposa fallecida. Por otro lado, el campesino Jonas Persson (Max von Sydow, en una actuación breve pero poderosa), un hombre depresivo que le pide ayuda –en vano– para sobrellevar sus temores suicidas acerca de un conflicto atómico en China (preocupación que, aunque pueda resultar surrealista, tendría coherencia ante un contexto de posguerra y guerra fría).



Los Comulgantes es un filme honesto, severo y de metraje breve pero intenso que funde magistralmente dos constantes de Bergman: la duda metafísica y el análisis introspectivo de las relaciones íntimas. La película no solo habla del vacío de Dios y la soledad personal, sino que igualmente es una reflexión acerca del desamor (a las mujeres, a la vida) y de la incapacidad para expresar afecto y encontrar contacto con otros seres humanos. Ya no se trata solo de la constatación de que Dios no existe; también de cómo hallar sentido y encaje a nuestra existencia después de la certeza de que ese silencio y abandono son intrínsecos a la condición humana (en la figura del nihilista Thomas dejándose arrastrar ante el vacío y el horror de la nada más absoluta).

La abstemia formal del filme, el rigor compositivo de los encuadres y el alto poder de penetración emocional de la imagen, sin desdeñar la dureza y el sentimiento de vértigo con que se muestran los signos religiosos (crucifijos, pinturas murales, accesorios litúrgicos), actúan como perfecto correlato del fondo argumental y de la ofuscación mental de los personajes. La atmósfera de desesperanza y agobio vital se refuerza gracias a la evocadora fotografía en blanco y negro de Sven Nykvist, que plasma con agudeza un mundo plúmbeo, áspero y hasta amenazante, de exteriores fríos y nevados y de interiores quietos y opresivos, por cuyos ventanales se filtra la luz serena de fuera, lo que recuerda al pintor Vilhelm Hammershøi. Por su parte, los actores, iluminados regiamente en primeros planos, soberbios como siempre en el cine de Bergman, ofrecen interpretaciones contenidas y de gran concentración.



Obra mayor del sueco Bergman y definitiva dentro de las que dedicó a la temática religiosa, Nattvardsgästerna inquieta por la profundidad del interrogatorio que plantea y por las conclusiones pesimistas-liberatorias que se extraen. ¿Acaso no sería más fácil la vida sabiendo que Dios no existe, ya que si fuera así, no habría necesidad de buscar significado al dolor? Como decía Jean-Paul Sartre, «el hombre es el ser que, a través de la interrogación, trae la nada al mundo». El propio Bergman admitiría más tarde que de todas las películas que realizó Los Comulgantes fue la más importante para él y con la que quedó más sinceramente satisfecho, ya que con ella aclararía finalmente sus dudas sobre la existencia de Dios, declarándose ateo desde entonces.


«Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe»

Gabriel G. Márquez


post image

TOP 15 Yasujirō Ozu


YASUJIRŌ OZU (Fukagawa, Tokio, Japón, 1903 – 1963)
Maestro de la cámara estática y en convertir lo cotidiano en algo extraordinario



«Si existieran aún en nuestro siglo los objetos sagrados, si existiera algo parecido a un tesoro sagrado del cine, habría de ser la obra de Yasujirô Ozu»

Wim Wenders


1. CUENTOS DE TOKIO
(Tokyo Monogatari, 1953)


2. LA HIERBA ERRANTE
(Ukigusa, 1959)


3. CREPÚSCULO EN TOKIO
(Tokyo Boshoku, 1957)


4. EL SABOR DEL SAKE
(Sanma No Aji, 1962)


5. PRIMAVERA TARDÍA
(Banshun, 1949)


6. OTOÑO TARDÍO (FIN DE OTOÑO)
(Akibiyori, 1960)


7. HE NACIDO PERO… (Y SIN EMBARGO HEMOS NACIDO)
(Umarete Wa Mita Keredo, 1932)


8. EL COMIENZO DEL VERANO
(Bakushû, 1951)


9. HABÍA UN PADRE
(Chichi Ariki, 1942)


10. HISTORIA DE UNA HIERBA ERRANTE
(Ukigusa Monogatari, 1934)


11. MEMORIAS DE UN INQUILINO (aka HISTORIAS DE UN VECINDARIO)
(Nagaya Shinshiroku, 1947)


12. BUENOS DÍAS
(Ohayô, 1959)


13. FLORES DE EQUINOCCIO
(Higanbana, 1958)


14. LAS HERMANAS MUNEKATA
(Munekata Kyodai, 1950)


15. EL OTOÑO DE LA FAMILIA KOHAYAGAWA (aka EL FINAL DEL VERANO)
(Kohayagawa-ke No Aki, 1961)


Mención extra: LA MUJER DE ESA NOCHE
(Sono Yo No Tsuma, 1930)


 

post image

PLANETA PROHIBIDO


Forbidden Planet

Estados Unidos, 1956. 98 min. C

Dirección: FRED M. WILCOX. Guión: Cyril Hume (Historia: Irving Block, Allen Adler)Música: Bebe Barron, Louis BarronFotografía: George J. Folsey. Intérpretes: Walter Pidgeon, Anne Francis, Leslie Nielsen, Warren Stevens, Jack Kelly, Richard Anderson, Earl Holliman, George Wallace.


«Dentro de un millón de años, el hombre llegará al punto en que los Krel consiguieron alcanzar su momento de triunfo y tragedia»

(el comandante Adams/Leslie Nielsen)


Forbidden Planet es una de las más resplandecientes joyas de la Edad de Oro de la ciencia ficción cinematográfica (1950-1960), una etapa marcada por la Serie B y el ingenio creativo de quienes la cultivaron. Películas obsesionadas con el terror atómico (El Monstruo de los Tiempos Remotos, Ultimátum a la Tierra), las mutaciones (El Increíble Hombre Menguante, La Humanidad en Peligro) y las invasiones extraterrestres (La Guerra de los Mundos, La Invasión de los Ladrones de Cuerpos) fueron el reflejo del miedo ante lo desconocido, pero muchas también al comunismo (si aceptamos la imagen del marciano-invasor como metáfora del comunista), que trae el apocalipsis a la Tierra y aniquila el capitalismo.

Realizada en 1956, Planeta Prohibido es el filme-paradigma del tema «viaje interplanetario», si bien su director Fred M. Wilcox se centra más en el alma y el poder de la mente, dejando al margen cualquier vestigio de Guerra Fría u otras paranoias colectivas. Igualmente de enorme influencia para la sci-fi posterior, incluidas Star Trek y IKARIE XB 1  (ésta también por el robot), la película fue una de las primeras superproducciones de ciencia ficción y uno de los mayores éxitos de la historia del género. Vista hoy día, resulta un puro y gozoso divertimento filosófico-espacial.



Principios del siglo XXIII. El crucero C-57-D de la Confederación de Planetas Unidos, conducido por el comandante Adams (Leslie Nielsen), llega al planeta Altair-4, que se encuentra a dieciséis años luz de la Tierra. Su misión es investigar el destino de una expedición anterior, enviada veinte años atrás con el propósito de colonizar mencionado planeta. La tripulación descubre que el único superviviente fue el Dr. Edward Morbius (Walter Pidgeon), un científico arrogante que vive en compañía de su seductora e infantil hija Altaira (Anne Francis) y un simpático y servicial robot llamado Robby (uno de los seres mecánicos más recordados de la ciencia ficción y arquetipo de las leyes de la robótica postuladas por Isaac Asimov).

El mad doctor Morbius ha logrado descifrar, tras muchos años intentándolo, el secreto mejor guardado de los Krel, los primeros habitantes de Altair-4, una civilización tan perfecta y avanzada que había superado la enfermedad, la locura y el crimen y había conseguido liberarse del uso de cualquier instrumental físico para hacerlo todo mediante el pensamiento y la inteligencia. Pese a dichas capacidades, un misterioso mal los extinguió hace veinte mil años, un mal que ahora amenaza de nuevo.



Planeta Prohibido, cuya trama está inspirada en «La Tempestad» de Shakespeare, trata cuestiones tan poco frecuentes en la ciencia ficción coetánea como el psicoanálisis y los monstruos que origina el subconsciente. La película de Wilcox finaliza alabando las leyes y las religiones (vistas como freno a las engendros de la razón) y recordando que el hombre no es Dios. Reflexiva y de enfoque adulto, al mismo tiempo supone un baño de genuina space opera, ese tentáculo de la ciencia ficción derivado de la literatura pulp que abordó aventuras interplanetarias con halo futurista, tecnológico y romántico.

A pesar de su inevitable toque kitsh, el filme destaca por su factura técnica, la cual se plasma en la espléndida fotografía en Eastmancolor y CinemaScope de George J. Folsey y en los fantásticos decorados diseñados por Cedric Gibbons (con once Oscars en su haber), especialmente los de la imponente ciudad subterránea de los Krel. Planeta Prohibido posee un ritmo pausado, está dotada de una atmósfera inquietante y hace gala de unos brillantes y artesanales efectos especiales. Fue el primer filme que contó con una banda sonora original compuesta enteramente con instrumentos electrónicos. Además, la erótica Anne Francis fue la primera actriz que apareció en minifalda en la historia del cine (en varios países se prohibió la película por este motivo). Forbidden Planet. Una de las indiscutibles cimas artísticas del género.



«Preparen sus mentes para una nueva escala de la ciencia física»

(Dr. Morbius/Walter Pidgeon)


post image

TOP 20 La Pietà en el cine


Pietà o Piedad del Vaticano – Miguel Ángel, 1498-1499


«Fue traspasado por nuestras rebeldías, triturado por nuestras culpas. Por sus llagas hemos sido curados»

Isaías, 53


Por orden cronológico


1. CHRISTUS
Giulio Antamoro (ITA, 1916)


2. EL ACORAZADO POTEMKIN (Bronenosets Potyomkin)
Sergei M. Eisenstein (URSS, 1925)


3. LA MADRE (Mat)
Vsevolod Pudovkin (URSS, 1926)


4. ¡QUÉ VERDE ERA MI VALLE! (How Green Was My Valley)
John Ford (EEUU, 1941)


5. YO ANDUVE CON UN ZOMBIE (I Walked with a Zombie)
Jacques Tourneur (EEUU, 1943)


6. FRANKENSTEIN Y EL HOMBRE LOBO (Frankenstein Meets the Wolf Man)
Roy William Neill (EEUU, 1943)


7. ROMA, CIUDAD ABIERTA (Roma Città Aperta)
Roberto Rossellini (ITA, 1945)


8. EL ABRAZO DE LA MUERTE (Criss Cross)
Robert Siodmak (EEUU, 1949)


9. ANDREI RUBLEV
Andrei Tarkovsky (URSS, 1966)


10. TOPAZ
Alfred Hitchcock (EEUU, 1969)


11. GRITOS Y SUSURROS (Viskningar och Rop)
Ingmar Bergman (SUE, 1972)


12. SOLARIS (Solyaris)
Andrei Tarkovsky (URSS, 1972)


13. CUERNO DE CABRA (Kozijat Rog)
Metodi Andonov (BUL, 1972)


14. CONFIDENCIAS (Gruppo di Famiglia in un Interno)
Luchino Visconti (ITA/FRA, 1974)


15. FOLLIA OMICIDA-MURDER OBSESSION
Ricardo Fredda (ITA/FRA, 1981)


16. INSEPARABLES (Dead Ringers)
David Cronenberg (CAN, 1988)


17. MI IDAHO PRIVADO (My Own Private Idaho)
Gus Van Sant (EEUU, 1991)


18. MADRE E HIJO (Mat’ i Syn)
Aleksandr Sokurov (RUS/ALE, 1997)


19. LA PASIÓN DE CRISTO (The Passion of the Christ)
Mel Gibson (EEUU, 2004)


20. PIETÀ (PIEDAD) (Pietà)
Kim Ki-duk (COR, 2012)


Relacionado: TOP 30 Ofelia en el cine

post image

BELLA Y LA BESTIA, LA


La Belle et la Bête

Francia, 1946. 90 min. B/N

Director: JEAN COCTEAU. Guión: Jean Cocteau (Cuento: Jeanne-Marie Leprince de Beaumont). Música: Georges Auric. Fotografía: Henri Alekan. Intérpretes: Jean Marais, Josette Day, Marcel André, Mila Parély, Nane Germon, Michel Auclair.


«El amor puede convertir a un hombre en bestia. El amor puede hacer que un hombre feo se vuelva guapo»


Jean Cocteau (1889-1963) fue un intelectual triunfante en casi todas las artes: literatura, teatro, pintura, dibujo, cine y, ante todo, poesía. Nacido en una familia de la alta burguesía, considerado un niño prodigio y aficionado al opio de por vida tras la muerte súbita de su gran amor, el escritor Raymond Radiguet, Cocteau está considerado una de las figuras más destacadas de la vanguardia en las primeras décadas del siglo XX. Su primera incursión en el cine fue la experimental y muy obsesiva Le Sang d’un Poète (1932), un mediometraje de culto que recoge influencias del Surrealismo y estuvo financiado, como L’âge D’or, de Buñuel, por los vizcondes de Noailles.

Tuvieron que pasar catorce años hasta que el francés rodara su siguiente película, La Belle et la Bête, su trabajo más apreciado con permiso de Orphée (1950). Brillante adaptación del cuento de hadas tradicional de Jeanne Marie Leprince de Beaumont publicado en 1756, La Belle et la Bête da rienda suelta a los más extravagantes y fantásticos impulsos creativos de su autor, quien inventa un mundo perdido en el tiempo donde todo es posible pero solo cuenta el amor: el amor de Bella para redimir el mal de Bestia.



Érase una vez… un comerciante arruinado malvivía con su hijo Ludovic y sus tres hijas: las groseras y materialistas Félicie y Adélaïde y la delicada y narcisista Bella (Josette Day). Un día, el mercader se pierde en el bosque y entra en un castillo hechizado, cortando del jardín una rosa blanca para Bella. Bestia (Jean Marais), al descubrirlo, le impone un castigo por su osadía: elegir entre morir o enviar a una de sus hijas a vivir con él. Bella, para salvar a su padre, se ofrece voluntaria. Al principio horrorizada por el aspecto leonino de la criatura, poco a poco irá descubriendo que el señor del castillo es, sin embargo, un ser sensible y de buen corazón: «Padre, ese monstruo es bueno», confiesa Bella a su padre.

El final de la película está teñido de fina ironía: es la «desilusión» de Bella al comprobar que su amada Bestia es, en realidad, un hombre guapo, que además tiene un físico idéntico a Avenant (Jean Marais), el ex pretendiente de turno. ¡Ella estaba enamorada de un monstruo «feo» y de alma bondadosa! La misma Greta Garbo, el día del estreno, cuando Bestia se trasforma en un apuesto príncipe, exclamó: «¡Devolvedme a mi hermosa bestia!». Pese a ello, Bella sonríe a Bestia (ahora convertido en un hombre guapo), lo besa y se alza en vuelo con él.



La Bella y la Bestia, una «pieza tan libre como un dibujo animado», en palabras de Jean Cocteau, es cine irracional en su vena más poética y romántica, allá donde lo onírico y simbólico se combina con el amor tierno y apasionado. Bajo la apariencia de un cuento para niños y con unos diálogos que rebosan lirismo, el director elabora una fábula didáctica y alegórica, más compleja de lo que parece, sobre la belleza (exterior/interior), los sentimientos puros y la necesidad de comprensión.

Como es sabido, la verdadera fuerza de la película reside en el apartado visual, aunando fascinación surrealista y expresionista. La Bella y la Bestia es un cuadro barroco, bucólico y mórbido que tan pronto recuerda a los grabados de Gustave Doré como a la pintura flamenca. Ayudado por los diseñadores Christian Bérard y Lucien Carré, Cocteau presenta una puesta en escena sorprendente, especialmente en el siniestro castillo: brazos humanoides sosteniendo candelabros, estatuas pétreas que cobran vida o espejos como pantallas líquidas. En el elenco actoral destaca el atractivo Jean Marais, por entonces amante del director, que interpreta un triple papel: Avenant, el Príncipe y, sobre todo, Bestia, que aún con un maquillaje denso y velludo obra de Hagop Arakélia es capaz de expresar humanidad y bondad solo con los gestos, los ojos y el tono de voz.



Película cándida y elegante, de magia desbordante y exquisita sensibilidad. Pura oda a la fealdad, donde a veces la verdad y la realidad se contradicen. Un título único e imprescindible del cine fantástico europeo.


 BESTIA: «Además de feo no tengo inteligencia»
BELLA: «Tenéis inteligencia para daros cuenta»